Zarigüeya ó Tacuazin

Didelphis virginiana en Honduras: Ecología y Distribución

Taxonomía y Morfología

El Didelphis virginiana, comúnmente denominado zarigüeya de Virginia o tacuazín norteño, es un marsupial de la familia Didelphidae ampliamente distribuido en el continente americano. Su fenotipo varía geográficamente, con individuos de latitudes septentrionales presentando una coloración gris más clara, mientras que los del sur exhiben tonos más oscuros.

Se caracteriza por una cabeza alargada, hocico desnudo y rosado, orejas sin pelo que pueden presentar puntas blancas, y una cola prensil desprovista de pelaje, la cual emplea como un apoyo auxiliar en la locomoción arbórea. Sus extremidades están adaptadas para la trepa, con un pulgar oponible en las patas traseras. Los machos tienden a ser de mayor tamaño que las hembras, alcanzando entre 45 y 50 cm de longitud corporal, con un peso promedio de 1.5 a 3.5 kg.

Distribución y Hábitat en Honduras

En Honduras, D. virginiana presenta una distribución amplia, abarcando desde zonas de baja altitud hasta los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Prefiere hábitats húmedos, como bosques tropicales, áreas de matorral y márgenes de cuerpos de agua, aunque su alta plasticidad ecológica le permite adaptarse a entornos perturbados, incluyendo zonas urbanas y periurbanas. Su comportamiento nómada lo lleva a ocupar refugios temporales en troncos huecos, acumulaciones de hojarasca o madrigueras abandonadas. A diferencia de otras especies de mamíferos en latitudes templadas, D. virginiana no hiberna y mantiene actividad durante todo el año.

Alimentación y Estrategia Trófica

El tacuazín norteño es un omnívoro oportunista con una dieta altamente diversificada. Su alimentación incluye artrópodos, pequeños vertebrados, carroña, huevos, frutos y material vegetal. En ambientes urbanos, suele explorar residuos domésticos, lo que lo convierte en un regulador ecológico al participar en el control de plagas y la dispersión de semillas. Su capacidad para consumir serpientes, incluidas algunas venenosas, le confiere un papel importante en el equilibrio de los ecosistemas.

Ciclo de Vida y Reproducción

La temporada reproductiva en Honduras se extiende desde enero hasta julio, con picos de actividad en los primeros meses del año. Tras un breve período de gestación de aproximadamente 13 días, las crías nacen en un estado extremadamente altricial, con un peso promedio de 0.13 g y una longitud de 14 mm. Al nacer, deben desplazarse hasta la bolsa marsupial materna, donde se adhieren a una de las 13 mamas disponibles. Permanecen allí por un lapso de 50 a 65 días, desarrollando progresivamente pelaje y abriendo los ojos. Posteriormente, comienzan a desplazarse sobre la espalda de la madre antes de su independencia, que ocurre entre los 95 y 105 días de edad. Alcanzan la madurez sexual alrededor de los 9 meses. En vida silvestre, la longevidad promedio es de 18 meses, aunque en condiciones de cautiverio pueden superar los 7 años.

Importancia Ecológica y Conservación

Si bien el Didelphis virginiana es frecuentemente percibido como una plaga en zonas urbanas, su función ecológica es fundamental. Actúa como controlador de poblaciones de insectos y pequeños roedores, además de ser un dispersor clave de semillas en los ecosistemas neotropicales. Su capacidad de adaptación ha permitido que sus poblaciones se mantengan estables, por lo que actualmente no se considera en peligro de extinción en Honduras. Sin embargo, la fragmentación del hábitat y el conflicto con humanos pueden representar amenazas potenciales para la especie a largo plazo.

Conclusión

La zarigüeya de Virginia es un marsupial altamente versátil que desempeña un papel crucial en los ecosistemas hondureños. Su plasticidad ecológica y su capacidad de adaptación le han permitido colonizar hábitats diversos, desde bosques primarios hasta entornos antropizados. A pesar de ser a menudo incomprendida y asociada con la fauna sinantrópica, su conservación es esencial para el equilibrio ecológico de la región.